La selección chilena de polo se tituló campeona del mundo al derrotar por 12 a 11, con gol de oro en shukker suplementario a Estados Unidos en un partido altamente emotivo.
Los dirigidos por Martín Zegers comenzaron nerviosos el partido, fue así que los norteamericanos terminaron el primer chukker por 1 a 0. Iniciado el segundo, Chile seguía sin meterse en el encuentro y así antes de los dos minutos, los visitantes ganaban 3 a 0.
El descuento chileno vino a los 6 minutos, 35 segundos del segundo chukker y con eso, los nacionales se comenzaron a sacudir de los nervios. Así pasaron largos minutos, pero a los 3’57” del tercer chukker, los norteamericanos se pusieron 5 a 1, resultado que ponía la nota de preocupación en el Club de Polo San Cristóbal. Casi medio minuto después vino el segundo descuento de Chile.
El inicio del cuarto chukker no pudo ser mejor para la escuadra nacional, dado que a los 15 segundos vino un nuevo descuento para poner el marcador 3-5. Ahí vinieron los mejores pasajes de Chile, que 6 minutos después, pasaba por primera vez en el partido arriba en el marcador (6-5), aunque le duró sólo segundos, ya que inmediatamente Estados Unidos anotó el 6 a 6.
En el quinto chukker, rápidamente Estados Unidos volvió a sacar ventaja, al ponerse 8 a 6. Cuando ya expiraba el quinto parcial, los nacionales decontaron, pero segundos después el conjunto norteamericano volvió a anotar para ponerse 9 a 7.
Iniciado el último chukker, Chile volvió a quedar a un tanto de Estados Unidos, incluso a los 2’09” tuvo la opción de igualar, pero en la misma jugada terminó convirtiendo el seleccionado visitante y parecía que tomaba una mínima ventaja decisiva cuando quedó 10 a 8.
Promediando la mitad del último parcial, la escuadra nacional volvió a quedar a un gol, y a dos minutos cayó el empate 10 a 10 con que parecía terminaba el encuentro, pero todavía quedaba más emotividad en la final, ya que a un minuto diez para el final, Estados Unidos nuevamente se puso en ventaja y ahí muchos pensaron que los estadounidenses se quedaban con la copa, pero en una rápida jugada y quedando un segundo para el final, cayó la igualdad definitiva con que Chile obligó a estirar la final a un chukker suplementario con gol de oro, que para alegría de los presentes en el Club de Polo San Cristóbal, fue para nuestro país que alzó el trofeo que lo consagraba como el mejor del mundo, al igual que el 2008 cuando derrotó a Brasil en México.
Crédito fotografía: Federación de polo
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