jueves, 4 de febrero de 2016

Me pongo la camiseta de los paralímpicos


Hace ya más de un año escribí una columna, que puedo decir con agradecimiento, tuvo un importante alcance, recuerdo se llamó: “Me pongo la camiseta del hockey patín”, posteriormente hubo una continuación con: “Me pongo la camiseta del ciclismo”. En ambas escribí desde el corazón mi apoyo para con los deportistas. Hoy, nuevamente sin mayores pretensiones que dejar que mis letras fluyan desde el sentimiento y no de la expertiz, es que comienzo una nueva columna, así que esta vez, me pongo la camiseta de los paralímpicos.
Me alegra de sobremanera ver como día a día crece el deporte paralímpico en Chile, largos años han pasado desde las primeras aventuras paralímpicas, casi en solitario de algunos compatriotas, hasta hoy en día donde contamos con campeón paralímpico, medallistas en Copas del Mundo, récords mundiales, campeones parapanamericanos y parasuramericanos y no menos importante, un sólido, transparente y trabajador Comité Paralímpico de Chile.
Ya van a ser dos años desde que tuvimos el honor de realizar los primeros Juegos Parasuramericanos. Lamentablemente en 2014 como país deportivo, no estuvimos a la altura: casi nula promoción del evento, la televisación ¿existió? Sigo pensando que para quienes estuvieron en la organización fue casi un “cacho”.
Pero insisto de eso han pasado casi dos años y hoy por hoy siento que ya tiene que quedar atrás ese concepto del deporte paralímpico donde más que importar las marcas, los logros, hay que seducir a un editor de turno de forma casi morbosa con la historia de vida de cada uno de estos deportistas. “Él está en silla de ruedas porque le pasó tal cosa”, “él no ve porque vivió ‘X’ experiencia”, ¡No señor! ¡Basta de eso! El deporte paralímpico es deporte de alto rendimiento ¿Tiene que importar por qué Juan Carlos Garrido está en silla de ruedas? ¿Tiene que importar por qué Cristián Valenzuela no ve? ¿O cuál es la historia tras Francisco Cayulef, Robinson Méndez o Francisca Mardones? La respuesta es ¡No! Lo que nos tiene que importar es lo deportivo, recién ahí podremos empezar a hablar de cultura deportiva.
Este año estamos ante la gran posibilidad de dar un paso vital para que ‘inclusión’ no sea sólo una palabra que usamos durante la Teletón, para que mostremos respeto a deportistas que día a día ‘se sacan la mugre’ por representar de gran manera a nuestro país, para que mostremos la valoración que tenemos con el 12% de la población chilena con algún grado de discapacidad y esa posibilidad la da los Juegos Paralímpicos de Río 2016.
Hace un par de días todos quienes gustamos del deporte, vimos con alegría que TVN anunció que transmitiría los Juegos Olímpicos, pero para mi la pregunta inmediata fue ¿Y los Juegos Paralímpicos? No ha habido una expresión formal del canal de ‘Todos los chilenos’ en torno a que pretendan transmitir los Paralímpicos y ahí es donde veo que todo indica perderemos una oportunidad de oro para masificar el deporte paralímpico, esto porque tengo la convicción de que Río 2016 marcará un antes y un después para el movimiento paralímpico.
He escuchado distintas excusas informales del por qué es inminente que no tendremos televisación de los Juegos Paralímpicos: “no venden”, “son demasiados caros los derechos de televisación que hay que pagar al IPC”.
A la espera de una pronunciación formal de si habrá o no televisación, yo, me anticipo y pretenciosamente digo: Yo quiero los Juegos Paralímpicos por TV, me da lo mismo si venden o no venden, si son caros o no son caros los derechos.
Si efectivamente son caros los derechos, que el Ministerio haga algo. Se que si los canales de televisión no tuvieran el dinero para comprar los derechos de un Mundial de fútbol donde estuviera Chile, no pasaría un día sin que resolvieran el tema.
¿Hagámoslo por el deporte paralímpico? Si perdemos como seis millones de dólares por cada edición del Dakar, donde ganan los francesas de ASO, si perdemos dos millones de dólares para subvencionarles entradas al Mundial Sub 17 que trajo la ANFP de Jadue y CIA. ¿Por qué no compran los derechos de televisación de los Juegos Paralímpicos y se los dan a los canales? A cambio en cada tanda comercial pueden llenar de publicidades del Mindep. Eso sería política deportiva hacia el paralimpismo, inclusión y promoción efectiva del deporte.
Se que suena casi utópico, pero no quería guardarme estas palabras y finalizar señalando que esta generación de deportistas paralímpicos que tuve la suerte de ver en Santiago 2014 y Toronto 2015, se lo merecen.
Fuente: Juan Carlos Páez (@jcpaez)

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